Ha sido una estancia perfecta con unas maravillosas vistas desde la habitación, un servicio humilde y familiar y, en mi opinión, no hay que dejar pasar la oportunidad de comer en su restaurante: su cocinero es un crack y por 15 € comes un menú rico y abundante (yo no he sido capaz de dejar el plato limpio...).
Si queréis desconectar en la provincia de Huesca y a pie del Parque de Ordesa y Monteperdido, este es vuestro sitio. Además, al caer la tarde y antes de que anochezca en invierno, un paseo hasta la Cascada de Sorrosal y por las cuatro calles de su pueblo es lo ideal para terminar el día.
Noelia Perez